Trainer! ¿Cómo me has visto?

Zoe y Zeus han tenido una ajetreada agenda durante estos últimos fines de semana. Los diferentes campeonatos autonómicos de cross y de pista cubierta han hecho que puedan volver a disfrutar de la competición, peleando en todo momento por mejorar sus marcas, y volviendo a ver a esos amigos y amigas de Monzón, Sabi o Zaragoza que habían conocido el año pasado.
Zeus estaba especialmente emocionado porque este año, al cambiar de categoría, también le han subido los kilos del peso. ¡Este sí que es pesado! Por no hablar de Zoe… su primer 400 en pista cubierta… buffff, qué nervios con lo duro que sabe que va a ser! Pruebas diferentes, emociones diferentes, situaciones diferentes… pero una cosa en común! En los momentos previos a ese lanzamiento o a ese pistoletazo de salida, ambos buscaban con la mirada a una persona entre el público, a una persona que les hace sentirse seguros, que les da confianza en lo que van a hacer y con el que tienen una relación muy especial. Una persona que les guía en el aprendizaje técnico de sus pruebas, que les da toda clase de indicaciones en los entrenos y que les aconseja cómo hay que hacer para disfrutar este duro deporte. ¡Sí, esa persona es su entrenador!
El rol del entrenador es fundamental en el día a día atlético de estos dos jóvenes zoitistas. Tanto Zeus como Zoe cuentan con la suerte de tener un entrenador que se preocupa de enseñarles en cada entrenamiento cómo hay que colocar la bola de peso en la mano o cómo es la técnica de carrera perfecta para poder correr más rápido. Es muy importante que el entrenador se encuentre en todo momento a disposición del atleta, que le apoye en su desarrollo autónomo y que le haga sentirse competente en lo que está haciendo. Esa palmadita en el hombro después de sufrir la última recta del cuatro le ha sabido a Zoe a medalla de oro!!! Todo ser humano necesita apoyo y afirmación de lo que está haciendo, un atleta especialmente, y un niño/a o adolescente todavía más! Imaginaos lo positivo que resulta que Zeus pueda ver la sonrisa de su entrenador después de hacer marca personal. ¡Muy bien Zeus! ¡Tu esfuerzo se está viendo recompensado! Un entrenador es una figura muy importante en la vida del atleta, tiene el rol de “educarlo” y hacerle llegar todas esas experiencias positivas que el atleta vive en los entrenamientos y en la competición. ¡Sin olvidar el feedback en la gestión de las experiencias negativas! Ayudar a conocer al atleta qué es lo que hace, cómo lo hace y porqué lo hace ayuda a crear atletas más autónomos y más seguros en su práctica atlética. Sin embargo, esta relación tiene que ir en los dos sentidos…
Zoe sabe ya desde hace tiempo que resulta fundamental que le cuente a su entrenador cómo se siente en cada carrera, que le intente transmitir cuáles cree que son sus errores y cuáles son sus aciertos. Verbalizar sus acciones y sus sentimientos respecto al atletismo le ayuda a su entrenador a preparar mejor los entrenamientos, a conocer cómo y cuándo puede hacer determinados ejercicios o a darle descanso ese día que realmente lo necesita. A Zoe le encanta sentirse autónoma y saber que puede contar con su entrenador a lo largo de la larga temporada. Zeus todavía es muy pequeño., se extraña cuando sus entrenadores le preguntan qué quiere entrenar hoy, sin embargo, ¡eso le encanta! ¡Qué gozada poder elegir entre toda la cantidad de pruebas que hay!
Después de tantos años de entrenamiento, Zulema también sabe que la relación con el entrenador es fundamental. Parte del gusto por este deporte puede provenir y proviene del tipo de relación creada entre el atleta y el entrenador. Más allá de un simple corrector de los gestos técnicos, Zulema sabe que un entrenador debe ser un guía, un motivador del aprendizaje, un “padre” del atletismo que le educa en este deporte. Por todo ello, Zulema anima constantemente a sus hijos a que pregunten en todo momento sus dudas, a que le cuenten a su entrenador qué les pasa, qué les molesta o qué es lo que les apetece entrenar. Escuchar y hablar para llegar más alto, más lejos y más rápido!!!